La filosofía de Epicuro es como la de cínicos y escépticos una filosofía transgresora, un ejercicio de liberación individual, que mediante la autarquía(autosuficiencia) y la ataraxía (serenidad de ánimo) pretende alcanzar un estado de felicidad. Sin embargo dentro de estos rasgos comunes hay diferencias notables entre ellos. Al menos se diferencian en la importancia de cosas como la ciencia o el placer, Epicuro cree que es necesario el conocimiento científico de la realidad para conseguir las metas que se propone y además para éste filósofo la felicidad está estrechamente relacionada con el placer .
El placer como fin supremo
Placer cinético y placer catastemático Primacía de los placeres del alma Placeres moderados o racionales La felicidad a través de la ataraxía
Para Epicuro la finalidad de la existencia es conseguir una vida feliz, esto se logra mediante el placer y la misión de la filosofía es tratar de evitar todos los obstáculos que puedan impedir esta meta y mostrar el camino para alcanzarla.
Felicidad y placer, eudaimonia y hedoné, son el objetivo de la filosofía. El contenido de estos conceptos, sin embargo, resulta múltiple y se encuentra en contextos muy diversos a lo largo de la historia del ser humano. La reflexión sobre la felicidad es general en el mundo griego, pero es un concepto que se escapa a los límites de una definición compartida unánimemente, cada uno lo entiende de una manera que no siempre se puede compartir con los demás. Platón o Aristóteles, dejaron escrito la importancia que daban a este concepto, pero las diferencias de unos con otros impiden una noción común. Epicuro no podía ser menos y se aleja de la visión de la felicidad de sus predecesores.
La felicidad para Epicuro consiste en logra una vida feliz mediante el placer, esta actitud se denomina hedonismo, y había habido escuelas como la cirenaica de Aristipo de Cirene que habían adoptado el hedonismo como base de su filosofía, aunque en una forma diferente al epicureismo.
El concepto de hedoné usado por Epicuro, tiene un significado más amplio que el que puede dar a entender su traducción por placer, significa también gozo y se refiere tanto a los placeres de la carne como a los del espíritu, y depende de las escuelas dan mayor importancia a uno o a otro. A Epicuro le interesan más los placeres estables y duraderos caracterizados por la ausencia de dolor en el cuerpo o aponía y de perturbación en el espiritu o ataraxía, concepto este último que encontramos también en otras escuelas, pero también considera importante la satisfacción de los placeres cinéticos, dirigidos a evitar sensaciones de dolor.
Es deseable evitar los dolores del cuerpo pero son peores los dolores del espíritu, sin embargo también se pueden evitar, mediante un esfuerzo por erradicar las falsas opiniones, creencias irracionales y vanas esperanzas, que son las que causan las perturbaciones de nuestro espíritu y nos alejan de la serenidad, y esta es la misión de la filosofía.
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